Tecnología y Modernidad


La tecnología avanza a una velocidad vertiginosa y nosotros vamos corriendo agitados detrás de ella.

Salen nuevas aplicaciones todos los días, se abren nuevas redes sociales, nuevos automatismos y nosotros, sin respiro, tratando de probarlo todo, buscando 25 horas al día, intentando estar en todas partes.

El burn out es la estrella negra de nuestros días.

¿Tiene sentido todo esto?

En esta nueva charla, Ivan Appelgren aborda el tema de la tecnología y de sus relaciones con el tema de la ciencia, la técnica o la intencionalidad del ser humano.

 

Nota previa:

Con pequeñas modificaciones, a fin de hacer más expedita la lectura, esta es una transcripción casi literal de la charla.

Si prefieres escuchar más que leer, te dejo también el archivo de audio al cual puedes acceder desde aquí:


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Me doy cuenta que durante mucho tiempo la tecnología estuvo poco criticada porque ¿quién va a criticar a la tecnología si es un desarrollo evolutivo de la especie que tiene efectos positivos innegables?

 

Pero hay aspectos negativos de los que nadie habla.

 

Me voy dando cuenta de que la gente la identifica exclusivamente a la electrónica y a lo digital. Como si se hubiera reducido la tecnología solo al smartphone o a la pantallita.

 

Lo que me parece también bastante sintomático. 

 

Es decir, la tecnología la hemos reducido a unos pequeños centímetros y nos hemos concentrado creyendo que el mundo está ahí.

 

Por eso me fui atrás. 

 

Me fui a buscar a Ortega. Y de ahí, por supuesto, cuando uno empieza a revisar, Ortega tiene referencia a Descartes, a Newton, a Galileo y a todos los que han desarrollado el tema de la técnica y la tecnología sin que la hubieran entendido como la entendemos hoy en la era digital.


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¿Como se la entendía entonces y como la entendemos ahora?

 

Por ejemplo, Ortega habla de períodos del pensamiento tecnológico y, en el fondo, está hablando de un matrimonio con la ciencia. 

 

Es como si estuviéramos hablando de algo que ha experimentado cambios en la historia sin que nosotros nos imaginemos siquiera. 

 

Es el caso, por ejemplo, de la forma mental, del pensamiento humano.

 

Si nos metemos a investigar cómo es la cabeza del ser humano en las distintas épocas, veremos que ninguna cabeza es igual a la otra.

 

Lo que hoy día llamamos superstición, en ese tiempo era considerado como ciencia.

 

Lo que hoy día entendemos por técnica para ese tiempo se hablaba de alguna habilidad intrínseca de ese individuo y no de un patrimonio propio de la especie.

 

Lo que en ese tiempo denominábamos como una habilidad humana, hoy, en las investigaciones vemos que hay otros seres inferiores en la escala zoológica que también fabrican herramientas.

 

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¿De quién hablas, por ejemplo?

 

Muchas comunidades de animales fabrican cosas.

 

Las abejas, las hormigas cuando cortan las hojas de los árboles para cruzar un río, los chimpancé cuando, con un palito, fabrican un artefacto que le ayuda a sacar hormigas de un hormiguero.


Entonces parece que tenemos que ir separando el tema tecnológico  tenemos que ligarlo con la ciencia, como se ligó en la era moderna y tenemos también que ir revisando qué han dicho acerca de la técnica los muchos pensadores que han reflexionado sobre este tema, algunos de una manera muy positiva y otros de manera muy negativa.

 

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¿Técnica y tecnología son la misma cosa?

 

Hay que hacer algunas apreciaciones sobre lo técnico, sobre el tecnicismo y sobre los artefactos tecnológicos. 

 

Los filósofos en general se refieren a la técnica.

 

Nosotros nos hemos referido a la tecnología como sinónimo.

 

El problema es que la tecnología la tenemos asociada a una serie de productos o artefactos que la técnica ha desarrollado perfecto y a los que hemos llamado aparatos tecnológicos o artefactos tecnológicos. 

 

Lo tecnológico tiene que ver, en realidad, con la fabricación de eso. 

 

La técnica, por su parte, vendría a ser como un concepto genérico de todo aquello que es no natural, no solamente artefacto, sino procedimientos, aprendizajes, métodos.

 

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¿Podrías incidir un poco en esto de lo no natural?

 

Si observamos la naturaleza, vemos que se mueve con un ciclo y un ritmo. 

 

Muchas veces el aprender o el comprender cómo son algunas cosas en sus ciclos, distancias y ritmos, implica querer acelerarlo o querer disminuir esa distancia o querer agrandar esas distancias. 

 

Separarse de algunas cosas peligrosas o acercarse a aquellas cosas que necesitamos o romper el ciclo natural y hacer que las cosas se aceleren como proceso. 

 

Allí hay aplicar una cosa que es romper el ritmo de la naturaleza y acelerarlo al punto de intervenirlo y crear una sobre naturaleza. 

 

Hoy día, por ejemplo, es una frase de Ortega El ser humano no podría haber sobrevivido sin la técnica que hubiera modificado o transformado su naturaleza, su naturaleza y la naturaleza del entorno. 

 

Tanto así que hoy día, cuando hablamos de intervenir en la naturaleza, En qué grado nosotros no estamos en contacto con la naturaleza puesto que vemos que vivimos en lugares, en ciudades en donde ya la naturaleza está confundida, no se ve. Hemos puesto una sobre naturaleza, sobre ese paisaje y allí vivimos nosotros, en las ciudades.

 

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Claro, cuando dices que el hombre no hubiera sobrevivido sin la técnica, ¿estás pensando, por ejemplo, en la posibilidad de haber construido un refugio que lo librara del frío en determinado momento de su historia?

 

Claro, estamos hablando de la capacidad inventiva del ser humano para enfrentarse al hambre, al frío, a la oscuridad producto del azar. 

 

Y aquí es donde aparece un elemento nuevo. En este caso no estamos hablando de la misma técnica de la supervivencia. 

 

No era la misma técnica de un animal haciendo una madriguera para protegerse del frío. 

 

En el ser humano hubo otra cosa. 

 

Chocó con ella, la tomó y algo en su memoria hizo clic.

 

Se vio resolviendo algo con este otro elemento con el que se relacionó. 

 

Hubo una sinapsis neuronal y pensó “ohhh, esto me podría servir para esto otro que yo hago naturalmente y me podría ayudar para protegerme o para salvarme y lo voy a tomar”. 


Esta es la ruptura con lo natural. 

 

Y aquí es donde aparece lo extraordinario en Ortega que dice que no es que el ser humano hubiera tomado la técnica para resolver necesidades básicas y que se quedara tranquilo con eso. 

 

No, no, no, no, no! 

 

En el ser humano hay otra cosa. 

 

Hay una capacidad de observación, hay una capacidad de aprendizaje, una capacidad de entender y de resolver pero eso fue sólo en un primer término solo para liberarse. Se liberó de sus necesidades básicas: hambre, frío, protección.

 

Resolvió eso para quedar libre pero no usó su libertad para empezar a inventar otras cosas. 

 

No, no, no.

 

Según Ortega, ocupó esa libertad para embriagarse, para desmayarse, para producir estados alterados, para entrar en un campo de satisfacción de otro tipo.

 

Alteró su psiquismo, viajó a otros lugares, hizo otro tipo de fenómenos, alteró el fenómeno que nosotros teníamos comprendido como de carácter natural o animal, porque el animal soluciona su tema y se queda tranquilo. No avanza más allá. 


El ser humano quiso ir en una dirección que uno dijera “pero este tipo no tiene nada más que hacer que comer, dormir, protegerse y ya está bien”. 

 

Para qué se fue a producir cosas que alteraran incluso el curso natural de la supervivencia poniendo en riesgo el mecanismo intuitivo de la supervivencia.

 

00:09:27

¿En qué estás pensando, por ejemplo?

 

Lo lógico, por ejemplo, es que un ser humano coma y de pronto alguien entra en ayunas y es anti natura que no coma. Que decida privarse de alimento. Eso sí es raro.

 

Ahora, eso debe ya haber estado en este homínida antes de la aparición de la técnica. 

 

Lo que pasa es que la técnica es un elemento que, como dice Ortega, aparece por azar.

 

Porque no es que pensara en la técnica. 

Simplemente ocurrió por azar y eso le dio una experiencia y algo que él terminó enseñándole a otros, a sus hijos. 

 

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Y en esta cosa que plantea Ortega, ¿Se puede descubrir alguna pista sobre el sentido de la vida o sobre eso otro que puede estar buscando el ser humano?

 

Por supuesto. Hay algunos pensadores que piensan que la adquisición de virtudes o atributos es una técnica para vivir.

 

Y eso tiene que ver también con el sentido de la vida. 

 

Piensa que el que un neardental hubiera desarrollado una ceremonia ritual funeraria no era algo que estaba. 

 

De partida pensó que si un ser humano se muere podría considerarse como basura, despojos. 


Pero no se deshizo de ellos. 

 

Algo en el afecto, algo en el amor, algo en la consideración y presencia del otro hizo que conservara eso en un lugar dotándolo de elementos de viaje. 

 

Es decir, algo imaginó y ese es un mecanismo de futurización de la mente humana.

 

Logró ampliar el campo de presencia que te dan los sentidos básicos y el adquirir una capacidad de memoria, es decir, de recordar eventos del pasado, también parece haberle dado la capacidad de representación de cosas que no estaban en el tiempo presente y, así como estaban en el pasado, podrían estar en el futuro.

 

Eso le habría permitido prever cosas que iban a ocurrir, tanto así como para imaginar que alguien que moría, iría en el futuro a algún lugar y que había que dotarlo de herramientas, de comida. 

 

Eso requirió una técnica. 

 

Y eso vino en auxilio también de resolver un tema de sentido existencial. De un sentido que uno podría decir “esto no es animal, esto es trascendental”. Eso le da sentido a la vida. 

 

El rito funerario termina haciendo frente al tema del absurdo de la muerte y dándole un relato, un cuento, una historia. 

 

Esas son las primeras explicaciones científicas de un homínida. 

 

Uno podría decir que eso es superstición o fantasía.

 

Claro, pero eso explicaba el mundo y explicaba lo que yo hago en el mundo. 

 

Hay una historia inventada y esa historia inventada explica porqué estoy aquí y qué tengo que hacer aquí cuando otros se van. 

 

Pero esa es una explicación y es eso lo que hace la ciencia y para ello se aplica, y aquí hago la separación, se aplica algún tipo de procedimiento riguroso, que es a lo que nos ha acercado la ciencia. Pero en ese tiempo no estaba ese rigor. 

 

Había un procedimiento y ese procedimiento literalmente se aprendía y se transmitía de uno a otro. 

 

Por eso Ortega define varios estadios de la técnica, estadios que corresponden a la forma en la que la técnica se fue desarrollando.

 

Al inicio por azar y luego por aplicación metodológica de algo complejo que se aprendía y se aplicaba literalmente en ese gremio y que se trasmitía de generación en generación como un aprendizaje específico.

 

Fue en la era moderna cuando pasamos del artesano al ingeniero o del técnico al ingeniero. 

 

Es ahí donde el modo de pensamiento hace que la técnica aumente esa necesidad de resolver aplicaciones. 

 

Ahora, volviendo a la pregunta, es importante decir el sentido de la vida no parte de la tecnología sino que está siempre presente, como un como una espina clavada en la mente, tratando de resolver el misterio de por qué estamos acá. 

 

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Hablando de técnica, tecnología y ciencia, tú mencionas siempre de un parentesco entre ciencia y tecnología. ¿Podrías desarrollar eso un poco más?

 

Claro. Mira.

 

Si uno, por ejemplo, se pone a investigar el concepto ciencia desde el diccionario, se va a encontrar con que la ciencia es un modo riguroso y metodológico de adquisición de conocimientos, y esa acumulación, a su vez, va generando una mirada de mundo, un paradigma, un modelo. 

 

Entonces, a la ciencia se le ha atribuido no solo la acumulación del conocimiento, sino además una mirada que explica cómo funcionan los principios y las reglas del universo. 

 

Cuando uno va a los diccionarios filosóficos, se encuentra con que el concepto ciencia, que parte desde la cultura clásica, estaba referido a aquella disciplina o aquella forma de adquirir conocimiento que explicaba el mundo, es decir, explicar el mundo a través de un relato.

 

Es un pensamiento que en esa época tiene que haber sido la ciencia de la época. 

 

Venía el gurú, conocedor de algunas reglas que había ido captando. 

 

Que todos los días había luz y que pasado un rato había oscuridad. Había luz y había oscuridad. 

 

Un momento en donde la luz se iba y todo terminaba en terror y silencio, era un momento en el que quedabas expuesto, y luego volvía la luz y te devolvía el ánimo, la visión de las cosas y dejabas de sentir miedo. Ya no tenías que esconderte. 


Bueno, ese solo ciclo habla ya de la existencia de una regla día y noche y empiezas a entender que vives en un mundo en donde todo esto se repite todo el rato y cada cierto tiempo y vas grabando esto en tu memoria que cada cierta cantidad de registro de memoria (llamémoslo tiempo) hay luz y cada otro cierto tiempo, hay oscuridad.

 

Y allí se debe haber inventado una historia. Pobre homínida en ese tiempo.

 

Todas esas fábulas o esas historias crean la primera forma incipiente de conocimiento de la que uno podría uno decir esto era ciencia en ese tiempo.

 

Pero después la ciencia empieza a ser más compleja y empieza a conocer y a entender mucho más.

 

A partir de la Edad Moderna las cosas se empiezan a complejizar.

 

Un sin número de respuestas sobre una situación provienen de un sinnúmero de agentes que están actuando en forma interactiva. 

 

Entonces ya no se ve simplemente el efecto maquinal de que una cosa da como resultado una otra, sino que un sinnúmero de cosas da un sinnúmero de resultados. 

 

Esa complejidad obliga e implica entonces tener una teoría que trate de darle unidad a ese conocimiento.

 

Entonces parece que la ciencia fue cambiando.

 

En un momento los pitagóricos, los geómetras, los órficos, los neoplatónicos desarrollaron algún tipo de acumulación de conocimientos que les sirvió para explicar el universo desde un punto de vista de misterio órfico o desde un punto de vista de traducción o reducción simbólica, como en el caso de la geometría. 

 

Después lo hizo la biología tratando de entender a las especies a partir del estudio e investigación zoológica, estudios sobre el cuerpo humano, sobre la biología, sobre la evolución de las especies. 

 

Posteriormente vinieron las teorías rigurosas de las matemáticas a dar pie sobre la química, la física, hasta llegar al punto de entenderlo con una investigación aún más profunda de la física teórica y del cosmos y el estudio de la astronomía que empezó a dar explicaciones y se empezó a dotar así a las ciencias exactas de un atributo religioso, fue la nueva religión del ser humano del siglo XX. 

 

La ciencia empezó a dar explicaciones que antes daba el chamán. 

 

Ahí vino nuestra comunidad científica a explicarnos cómo era el mundo. 

 

Y uno dice: “Esto es riguroso”. Sí, pero el chamán de la prehistoria también era riguroso.

 

Rupert Sheldrake, por ejemplo, menciona que la ciencia hoy día está en crisis porque parte de axiomas mecánicos y porque ha tenido una visión de tipo reduccionista. 

 

Los científicos han dejado de ver ciertas cosas acusando falta de rigor. 

 

La ciencia se aleja y no da explicaciones sobre cosas que no puede probar y si no las puede demostrar simplemente las deja fuera. Por lo tanto, esa ciencia reduccionista termina viendo todo como un objeto mecánico. 

 

En ese sentido, Sheldrake dice que la ciencia parte de axiomas (proposiciones admitidas sin demostración) casi tan supersticiosos como los que pueden haber habido en otras épocas de la historia humana. Y por lo tanto, dice “la ciencia está en crisis en este momento al tratarse de una ciencia reduccionista”.

 

00:21:15

¿Qué elementos propone rescatar Sheldrake para “completar” esta visión sesgada de la ciencia?

 

Sheldrake critica el hecho de que la ciencia no puede tener respuestas para todo. Partamos por ahí. No puede tener la soberbia de querer explicarlo todo. 

 

En segundo lugar, todo lo ve reducido de un modo mecánico, como si fueran máquinas, como si fuera un sistema, como si el ser humano fuera un sistema de máquinas.

 

Sheldrake ve otra cosas. 

 

Cuando habla de los campos mórficos no solo se pregunta sobre elementos que le dan co sustancia a la materia, sino que ve otra intención en el universo.

 

Cuando ve cardúmenes o bandadas de aves moviéndose en sincronía, por ejemplo. 

 

Eso no está en el organismo. En un organismo. No está en el individuo de la especie. Hay más. Hay otro tipo de inteligencia de la cual no podremos hablar porque no tenemos evidencia concreta sobre su origen (de donde viene) aunque vemos manifestaciones que no podemos explicar. 

 

Cuando hace estudios sobre la materia, muestra que los genes de un bicho pueden ser exactamente los mismos o casi los mismos que están en otro bicho y sin embargo, ambos bichos, son muy diferentes en su morfología externa. 

 

Y uno dice, claro, es que estamos tratando de descifrar el edificio porque está construido de los mismos ladrillos, pero son dos edificios que tienen formas distintas. 

 

El código genético se parece, pero no porque tenga los mismos componentes genéticos va a tener la misma forma. Es como si dijéramos que es el ladrillo o la acumulación de ladrillos lo que le dio la forma al edificio. 

 

No. 

 

Son los planos los que le dieron forma al edificio, pero los planos no están, no los vemos. 

 

No podríamos decir que teniendo los mismos ladrillos vamos a construir el mismo edificio. 

 

No por tener el mismo código genético, los mismos genes, los mismos genomas o el mismo mapa genómico vamos a tener el mismo resultado morfológico. 

 

Es así que Sheldrake habla o especula acerca de los campos mórficos, por ejemplo.

 

Todo ello (por las razones antes mencionadas) ha estado al margen de la ciencia oficial y se le ha calificado como pseudociencia porque no puede seguir el campo riguroso (pero también sesgado) que sigue la ciencia.

 

Claro, porque como la ciencia no está acostumbrada a responder preguntas sobre las cuales no tiene evidencia, no puede responder.

 

00:24:18

Volvamos al tema del matrimonio entre ciencia y técnica.

 

En algún momento, la técnica como tal experimenta un cambio de funcionamiento. 

 

Lo que antes había sido fruto del azar se convierte en un aprendizaje que es aplicado técnicamente pero mecánica y repetitivamente. 

 

¿Por qué? 

 

Porque se hace más complejo. 

 

Es necesario saber cómo se hace un herradura, cómo se alimenta de fuego la fragua y empezar a aprender una serie de técnicas que empiezan a ser un poquito más complejas que algo que pudiera saber cualquier ser humano.

 

Pero, así como el pensamiento científico sigue un camino paralelo con la técnica, en algún momento, la ciencia dotó de rigor a la comprensión del universo. 

 

Piensa tú que gran parte de la cultura clásica nos legó un pensamiento de demostración tautológica. 

 

Los primeros elementos axiomáticos de la geometría tienen demostraciones teoréticas y toda la geometría va enseñando una especie de lógica geométrica a través de demostraciones que, partiendo de axiomas geométricos, va construyendo toda una teoría geométrica que sirve de alguna forma como un carril, como un plan que permite entender también otras cosas que están fuera del campo geométrico.

 

Es decir, son abstracciones. 

 

Eso no es muy diferente a lo que hace el ingeniero hoy día que trata un problema ecológico o social con números en el cuaderno. 


Parece que la realidad se hubiera reducido a números en un cuaderno de matemáticas en el que se empiezan a resolver cosas de la realidad, pero trasladada a números o a álgebra. 

 

Hoy día se usa la informática. Uno mete datos en un sistema y los algoritmos te dan respuestas a problemáticas que son complejas. 

 

Bueno, la tecnología y la ciencia partieron en forma separada, pero, en algún momento, el rigor científico y la tecnología se miraron.

 

La tecnología daba respuestas prácticas, técnicas, aprendidas, aplicadas. La ciencia explicaba el universo a través de una teoría, de una morfología modélica. 

 

Y de pronto se encuentran y se dan cuenta que ambas van por el mismo camino. Una da explicaciones sobre conocimiento y comprensiones abstractas y la otra hace traducciones prácticas para resolver temas técnicos.

 

Una explica cómo es el conocimiento y la otra lo aplica. 

 

Y así la ciencia fue resolviendo comprensiones mayores por acumulación de comprensión y de conocimiento y la técnica fue traduciendo, en términos prácticos, resultados. 

 

Ciencia y técnica empezaron a tener un matrimonio que caminaba junto pero no olvidemos que se produjo una revolución industrial. 

 

La ciencia empezó a tener problemas con la tecnología porque la ciencia tiene una especie de pensamiento cósmico, un pensamiento que le da unidad al todo. Que explica cosas amplía. La mirada grande.

 

Pero la técnica resuelve cosas. Resolvió cosas manufacturadas en términos gigantescos. Pero la ciencia empezó a tener problemas con las humanidades.

 

00:28:43

No entiendo bien de dónde viene el problema. ¿Qué es lo que causa conflicto?

 

Cuando el técnico empieza ya no a crear herramientas, sino a crear máquinas, se transforma en un obrero porque ya no es el que fabrica como el artesano. Sino que es el auxiliar de la máquina.

 

El que prende y apaga la máquina. No necesita entenderla porque el que la entiende es el que la fabricó, que no es el técnico sino que es el ingeniero.

 

Y aquí empieza a operar otra cosa, que eso ya es más antiguo. 

 

Si la técnica te libera de quehaceres, dice Ortega, ¿a qué te vas a dedicar?

 

Si el ser humano está en el mundo lleno de facilidades y dificultades que le dan de alguna manera algo así como las capacidades de resolver en la vida como trabajo, pretexto y con eso crecer y evolucionar, se queda sin pega, sin dificultades, se vacía de significado.

 

La técnica empieza a operar en forma inercial y el ser humano se empieza a quedar vacío de significado, se empieza a producir un problema existencial.

 

Pero me refería a la revolución industrial porque empezó a producir otros problemas. Problemas de tipo social y psicológico que se han puesto en evidencia en películas como los “Tiempos modernos” de Chaplin. 

 

Pueden verse también en las novelas David Copperfield y Oliver Twist que hablan de una época de miseria urbana, de pobreza, de explotación porque la técnica no es desarrollada como un elemento que es patrimonio universal, sino que está en manos de unos pocos que toman la tecnología y la ocupan para hacerse millonarios, pero a costa del sacrificio de otras poblaciones. 

 

Y la ciencia como disciplina genérica, que no solamente está abordada desde el campo de la ingeniería sino que también hay ciencias humanas (que también ven reglas de comportamiento social, económico, sociológico, antropológico, cultural, cósmico, religioso), empieza a reclamar el caos creciente que la tecnología está produciendo.

 

En vez de producir bienestar o liberación del hombre, va produciendo lo contrario:  esclavitud, sometimiento, sacrificio.

 

Y aparecen poblaciones sacrificadas y aparecen soluciones que terminan generando lugares de sacrificio, contaminación y otro tipo de problemas. 

 

Entonces parece que ese divorcio de ciencia y tecnología hoy día lo vemos como explicaciones puntuales de lo que hace la tecnología en nuestro hábitat diario y creemos que es un problema de mal uso de la tecnología pero en realidad la tecnología nunca se ha pensado como un todo, se ha pensado como respuestas prácticas a soluciones específicas. 

 

¿Quien piensa sobre totalidades? La ciencia. 

 

Pero la ciencia ha visto desplegarse a la tecnología a una velocidad increíble dando respuestas infinitas a cosas que la ciencia todavía va, muy lentamente, explicando o tratando de comprender sobre el ser humano y el cosmos.

 

Hemos seguido un proceso más lento con la ciencia y la tecnología ha dado respuesta y sigue investigando sin ton ni son en todas direcciones.

 

00:32:58

El peligro de eso sería una tecnología que avanza muy rápido, pero sin una dirección. ¿Esa sería la síntesis?

 

Claro.

 

Si tú buscas, por ejemplo, la filosofía de la tecnología, te das cuenta de que otra disciplina, como es el pensamiento filosófico, que es de alguna manera lo que alimenta también la ciencia, obliga a pensar en una ética respecto a la tecnología y que toda técnica, todo pensamiento técnico debiera tener a la base una dirección de tipo ética, una tecnoética que le de algunos parámetros de valoración moral sobre lo que se está haciendo, que le dé una unidad. 

 

¿Qué es lo que hace la filosofía de la técnica? 

 

Estudia el efecto que produce la técnica en el comportamiento humano. Estudia la dirección. Qué objetivo tiene la técnica en determinadas situaciones

Observa en qué dirección van las respuestas que se están dando técnicamente y que influyen en el resto de otros procedimientos que son complementarios a lo que esa técnica resuelve. 

 

¿Qué efectos a futuro tendrá eso? 

 

Esas son preguntas que no sé si los técnicos se las hacen hoy día, pero que desde el punto de vista de la filosofía, que sí piensa sobre la técnica, son preguntas que quedan sobre la mesa y necesitan ser respondidas.

 

El no darse respuestas sobre esa tecnología implica que la tecnología avance sin que nosotros seamos conscientes de todos los efectos negativos que produce todo tipo de tecnología.

 

Chernóbil es un ejemplo triste de cómo la tecnología, en vez de ser constructiva, puede terminar en eso. Fue un accidente. Pero Hiroshima no fue un accidente.

 

¿Pero es lo mismo? 

 

No, no es lo mismo. 

 

Porque el tecnicismo que estaba operando en la construcción de la Operación Manhattan (El Proyecto Manhattan fue un proyecto de investigación y desarrollo llevado a cabo durante la Segunda Guerra Mundial que produjo las primeras armas nucleares, liderado por los Estados Unidos con el apoyo del Reino Unido y de Canadá - Wikipedia) es distinto al tecnicismo, es decir, al pensamiento técnico que había detrás de la central nuclear de Chernóbil. 

 

Son dos tecnicismos distintos. 

 

Son dos modos de pensamiento distintos sobre el uso de la técnica. 

 

Pero allí no hay una discusión ética. 

La única discusión ética que había era que la Operación Manhattan significaba detener la Segunda Guerra Mundial. Una posición no muy diferente a la posición tomada en la investigación sobre el código Enigma.

 

Y uno se dice. Bueno, pero las dos ayudaron positivamente al fin de una guerra. 

 

Técnicamente, sí pero quién piensa sobre las condiciones morales derivadas de eso.

 

Bueno, parece que hay un pensamiento filosófico detrás. 

 

Hay una manera de mirar. Y eso nunca la ciencia lo comenta. La ciencia como tal tiene lo que podría llamarse un sustrato científico que está siempre presente, pero no se ve. 

 

Ese sustrato científico es la mirada. Una mirada que puede estar determinada por la época. No son los bichos o las máquinas las que hacen ciencia. La hace el ser humano y el ser humano tiene una mirada, posee  una mirada y la ciencia se mueve según ese sustrato de mirada. 

 

Así como en las artes hay un sustrato estético, en la ciencia hay un sustrato científico y es a lo que se refiere Sheldrake cuando habla de los axiomas en los que se basa la ciencia. 

 

No se cuestionan esos axiomas. Están. Le preceden. 

 

Bueno, nosotros hablamos de sustrato como ese algo que está a la base de la ciencia y a la base de esa mirada científica. 

 

¿Y dónde está ese sustrato? 

 

Cuando miramos hoy día la crisis global en la que entra esta civilización, nos damos cuenta que las explicaciones que nos habíamos dado sobre lo que es el ser humano no bastan. 

 

Es posible que lo que hemos pensado, sentido y creído del ser humano hasta ahora (que nos sirvió a llegar hasta esta parte), no nos vaya a servir ya cuando aparezca el trans humano. 

Cuando aparezca una singularidad donde la condición biológica casi como de máquina o de animal del ser humano, no es seguro que la concepción que tenemos nos sirva para responder a otras preguntas más trascendentales acerca de lo que es o podría ser el ser humano en su evolución. 

 

Entonces la ciencia nos quedó chica.

 

Y por supuesto, las respuestas técnicas son respuestas que corresponden a una mirada. 

 

Hoy día la tecnología está en manos de los mercaderes. 

 

No es una tecnología que libere al ser humano, es una tecnología que está siendo usada en forma práctica para generar un mercado comercial e industrial. 

 

Entonces uno ve explosiva y expansivamente que el sistema económico (que es un sistema ideológico también) está dirigiendo los pasos de una manera muy limitada, como mirando el mundo como un mercado.

 

00:39:35

Cuál debería ser o cuál es el papel de la ciencia en este momento y cuáles son los riesgos de esta tecnología que avanza sin cabeza

 

Creo que estamos hablando de cómo debería ser el vaso para beber mejor pero no nos estamos preguntando por el contenido del vaso.

 

Porque no es el vaso el que vamos a tomar. Vamos a tomar lo que entra en el vaso. 

 

Cuando hablamos de ciencia y tecnología, todavía estamos en la periferia del ser humano. Ese sería el vaso.

 

Y uno dice, ¿pero este vaso para qué es o de qué nos sirve? 

 

Sí, pero no es el vaso el que nos va a dotar de una alimentación o de un líquido, sino que es ese contenido pero ese contenido no viene del vaso, no lo produce el vaso, llega al vaso simplemente. 

 

Aquí es donde entramos en un territorio en el que, tal vez, las ciencias pragmáticas no pueden entrar por su propia forma de construcción, pero que alguna vez sí entraron. 

 

Vamos a volver, como ejemplo,  al tiempo de los primeros homínidas cuando las explicaciones estaban ligadas a lo religioso. 

 

Cuando la ciencia, que explicaba el cosmos, estaba ligada también a la espiritualidad. 

 

Tal vez, el tipo de respuestas ya no está en la ciencia y la tecnología., Eso sigue siendo lo periférico, lo superficial de la forma de mirar no solamente al ser humano, sino que su situación en el universo, su circunstancia, como diría Ortega. 

 

Parece que el ser humano no es un individuo aislado. Parece que alguna misión cumple acá y parece que es parte del universo también. 

 

Cuando Sheldrake menciona esto del ave que vuela en el cielo, pero ve una bandada que se mueve sincrónicamente en los cielos (esto parece magia), intuye que hay algo que le da morfología a esas bandadas de aves que cruzan como como nubes los cielos de Europa. 

 

Cuando ve los cardúmenes moverse todos sincrónicamente bajo el agua se pregunta. ¿Qué es esto? ¿Hay algo mayor? ¿Hay una especie de conciencia colectiva? ¿Hay un pensamiento que le da unidad no solo a los individuos, sino que hace que los individuos estén de alguna manera conectados entre ellos? 

 

A lo mejor eso no lo sabremos hasta que abandonemos este plano mortal o hasta que nos acerquemos a esos planos trascendentales. 

 

Y ahí esa respuesta no va a venir del estudio científico, sino que va a venir de otro lado. 

Entonces creo que las respuestas hoy día no se dan o no se van a dar exclusivamente desde soluciones científicas o tecnológicas. Que no es desde ahí desde donde nos vamos a salvar. 

 

00:42:56

Pero entonces, ¿la respuesta sería más filosófica, más repensar el hombre y su dirección en lugar de pensar en la tecnología, la ciencia y su dirección? ¿Es algo así?

 

No.

 

No hay nada que pensar.

 

No es desde el pensamiento. A menos que el pensamiento se vea inundado de otra cosa.

 

Seguimos hablando del objeto vaso.

 

No es el vaso. Ni lo que va a ocurrir con el vaso.

 

Es lo que le va a llegar al vaso. 

 

Y desde el punto de vista de la espiritualidad, la espiritualidad no se piensa. 

 

Después se arman teorías, se estructuran, se ordenan, se crean religiones para eso. 

 

Pero esa sigue siendo la cáscara. El recuerdo de una experiencia. 

 

Cuando irrumpe un fenómeno trascendental en la historia humana, las religiones aparecen después como los ritos que celebran o explican el fenómeno trascendental que ya no está presente y que no son sino la memoria o el recuerdo de algo que ocurrió.

 

00:44:02

¿Y puedes dar algunas pautas adicionales sobre el contenido del vaso?

 

Lo que se sienta. 

 

No lo que yo diga que se sienta. Lo que cada uno sienta.

 

Uno podría intentar explicarlo o traducirlo en palabras, pero si no lo ha registrado, no se entiende. 

 

Es como cuando hablamos de la conciencia. Repetimos como loros lo que se dice acerca de la conciencia pero sí sabemos que existe la conciencia es porque tenemos una.

 

Si no la tuviéramos, no sabríamos que es. Y no sabemos que es, pero la experimentamos.

 

Genial.

 

Entonces tratar de traducir concretamente qué es lo que va a dirigir la mirada, es tratar de hacer concreto algo que no lo es. Porque cuando es concreto ya no es.

 

Es como la paradoja de ¿Qué es aquello que al nombrarlo ya no es? 

 

El silencio. Si hago silencio no lo puedo decir, porque cuando lo digo ya no es silencio.

 

¿Te fijas que estamos hablando de conceptos, de traducciones, de letreros, de señales, de cosas que el lenguaje intenta traducir de una experiencia? 

 

Pero es lenguaje solamente. 

 

La cosa de la que hablo no se resuelve en la explicación porque la explicación sigue siendo eso, una explicación y las explicaciones no son aquello que se explica.

 

Son sólo la explicación. 

 

Así que cuando trato de definir aquello que irrumpe como contenido del vaso en lo que se refiere a ciencia y tecnología, estoy hablando de espiritualidad. 

 

Pero esa espiritualidad no hay que pensarla. 

 

Es una experiencia neo romántica. Es una experiencia sensorial. No es una experiencia racional. 

 

Después vendrá a la mente, seguramente, a ordenar el fenómeno pero la experiencia racional, que también es una experiencia, es posterior, es más lenta y es una experiencia ordenadora. 

 

La experiencia trascendental no es realmente ordenadora, pero moviliza pueblos enteros. Moviliza cargas energéticas y genera respuestas de otro nivel.